Despertando con la Plaza
El trato y empeño que tienen los comerciantes con su plaza de mercado antes de abrirla es espacial y atenta, todos se colaboran entre sí, logrando un ambiente cómodo de compañerismo e inspiración. La plaza de mercado Quiriguá es un lugar madrugador, los comerciantes cada día de la semana esperan la entrada en su horario laboral desde las seis y treinta de la mañana, esta no es la apertura de la plaza general, es solo para los comerciantes que tienen que empezar a organizar y preparar sus puestos de venta todo esto lo hacen de manera muy rápida, ya que solo tienen media hora antes de que empiece el verdadero trabajo en la plaza.
Todo empieza con la llegada de los camiones, casi todas las mañanas los nuevos productos de la canasta básica llega para ser acomodada, arreglada y elegida por los clientes, por lo cual a la llegada de estos cargamentos todos los comerciantes de la plaza se unen para empezar a acomodar, con carretillas y hasta bicicletas empiezan el trasteo de su mercancía desde los camiones hasta su puesto, ahí otro comerciante recibe esa mercancía y empieza a acomodarla de manera llamativa o arreglarla, lavarla, cortarla y demás, a su vez otro grupo de trabajadores limpian el suelo, barren y botan los productos que está en mal estado, todo en una buena armonía. En esos momentos es donde más se ve el trabajo en equipo en esta plaza, pues todos se ayudan a cargar o acomodar sus puestos de venta independientemente de que trabajen en puestos diferentes, incluso se oyen muchas risas, conversaciones y frases de aliento que intercambian mientras hacen el trabajo creando un buen ambiente laboral y denotando su buen compañerismo y amistad.
Así a las siete en punto de la mañana se abren las puertas de la plaza y aunque algunos puestos aún no están abiertos o listos, muchos clientes entran esperando comprar su canasta familiar. En ese momento no solo entran clientes, de hecho también entran algunos vendedores externos de café, chocolate y pan quienes les brindan a los comerciantes de la plaza el desayuno, aquí se demuestra la agradable comunidad que crea la plaza ya que estos vendedores no solo pasan por todos los puestos ofreciendo cafecito, sino que conocen de fondo cada comerciante, se ríen y hasta chismean con ellos, así mismo es con algunos clientes frecuentes quienes conocen a los comerciantes, creando un espacio cultural muy cómodo y con un buen ambiente.
Está claro que la plaza de Quirigua es un entorno lleno de cordialidad, compañerismo y cultura, donde se esconden muchas tradiciones que se hacen notar día a día. Al tomar esta fotogaleria espectacular, se pudo ver de cerca un espacio muy comunal y enriquecedor, cada risa y cada conversación amable hacen dar cuenta que, aunque en nuestros días ya no son tan comunes este tipo de espacios, aún puede haber grandes comunidades como está que forma la plaza.